El Presidente Lenín Moreno atribuye los hechos al crimen organizado transnacional.
Por: www.elambito.com
Según información de fuentes oficiales y medios locales, esta noche las fuerzas de seguridad ecuatorianas operaba a raíz de nuevos intentos de amotinamiento y disturbios por parte de los reclusos en dos centros de reclusión del país.
Las intervenciones se están produciendo en la cárcel número 4 de Guayaquil y en la de Cotopaxi, en la ciudad de Latacunga, unos 80 kilómetros al sur de Quito.
El Comandante General de la Policía Nacional, Patricio Carrillo, confirmó por redes sociales que “nuevamente reportan desmanes” en ese centro penitenciario y que “con la desventaja evidente frente a la agresividad e irracionalidad de los grupos delictivos, la Policía ingresará otra vez con la fuerza racional necesaria”.
Según informó la cadena de televisión Tc, se trata de un resurgimiento de la violencia en un pabellón de mediana seguridad que conduce a otro de máxima de seguridad, mientras un helicóptero de la Policía sobrevolaba la zona y los accesos a esa área de Guayaquil eran cortados.
Por su parte, el servicio de prisiones no ha ofrecido mayor información sobre los acontecimientos en esa prisión, que el martes fue escenario de la muerte de 31 personas dentro de una ola de motines y enfrentamientos en el país en la que murieron al menos 79 personas y una veintena resultaron heridas.
En un centro aledaño, la prisión número 1 de Guayaquil, se registraron seis decesos, en la de Cotopaxi otros 8, y en la del Azuay (sur), 34.
Una novena víctima de la cárcel de Cotopaxi, que elevaría el recuento global a 80, corresponde al cadáver de un recluso hallado este miércoles en una celda durante las revisiones de los organismos de seguridad, aunque no se ha confirmado si ya estaba en las últimas estadísticas oficiales.
El Presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, se manifestó y relacionó las matanzas al crimen organizado transnacional y al narcotráfico.
“Fuerzas oscuras amenazan nuestra convivencia”, dijo en un videocomunicado difundido por la Presidencia en el que aseguró que no hay “coincidencias” y que los sucesos de ayer son “consecuencia” de un incremento del narcotráfico.
Los familiares de los reclusos temen que las masacres den pie a un ajuste de cuentas aún mayor y que siga el círculo vicioso de la violencia y las dantescas imágenes que han circulado por redes sociales.